Con este truco para multiplicar con las manos son las tablas del 6, 7, 8 y 9, tus hijos aprenderán de forma más rápida las multiplicaciones más complejas. Sabemos que el objetivo es aprender las tablas de multiplicar de memoria, pero estos trucos de matemáticas pueden hacer de esta asignatura algo más divertido.
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Cuando abordamos trastornos de aprendizaje como la discalculia, a menudo nos centramos en dar consejos para padres y profesores que quieren acompañar y potenciar las competencias de estos pequeños. Sin embargo, nunca nos ponemos en el lugar de ellos mismos ni de sus pares. Y si lo piensas mejor, la mayor cantidad de tiempo el niño está con sus amigos, compartiendo alguna experiencia en alguna red social, gritando un gol de su selección o ideando nuevas travesuras para alegrar su día a día.
En muchas ocasiones escuchamos que los niños deben tener una serie de rutinas que les ayudarán en el desarrollo del día a día. Pero, ¿a qué se refiere esa afirmación y por qué son tan necesarias las rutinas en la educación de los niños? Conozcamos qué son los hábitos en la infancia, para qué sirven y cuál es la mejor forma de organizar el día de tu bebé o tu niño.
La discalculia es uno de los trastornos de aprendizajes más llamativos y desafiantes en educación. Es así porque las matemáticas son una de las disciplinas más complejas del aprendizaje por ser en sí mismas muy teóricas y difícilmente emotivas para el contexto de un niño o adolescente. Aquello no quita que podamos juntos generar nuevas estrategias para acompañar a estos jóvenes en su condición.
& 34;Este niño tiene madera de líder& 34;, & 34;A mi hijo se le dan muy bien las relaciones sociales& 34;, & 34;Madre mía, qué genio tiene este crío. Veremos qué pasa con los años& 34;. Desde que nuestros hijos son pequeños, los padres analizamos cualquier comportamiento para intentar averiguar cómo serán de mayores nuestros príncipes y princesas.
Para mí, calcular porcentajes siempre ha sido una tarea infernal que no le deseaba ni a mis peores enemigos. Reconozco que las matemáticas nunca han sido lo mío, aunque he llegado a encontrar divertido dibujar funciones, dividir números o despejar las X de las ecuaciones. Pero, al llegar los porcentajes, me temblaban las rodillas, aunque de primeras parezca una tarea menor.
& 34;Mamá, papá, ¿cuándo es mi cumpleaños?& 34; o & 34;¿Cuánto falta para que llegué el fin de semana?& 34;. Son tantos los momentos diarios relacionados con el calendario, es decir, con los 7 días de la semana y los 12 meses del año que, desde nuestro sitio, hemos querido dar respuesta a una de las inquietudes más frecuentes en los padres: cómo enseñar a los niños los días de la semana y los meses del años.
Al nacer, los niños son como una hoja en blanco en la que ellos mismos van escribiendo su vida gracias a los bolígrafos (herramientas y recursos) que los padres vamos poniendo en su camino. De ahí la importancia de ayudarles a desarrollar desde edades bien tempranas aspectos como la creatividad y la imaginación.
En mi ejercicio me he encontrado con adolescentes y niños con dislexia que no disfrutan aprendiendo. Les cuesta entender lo que está escrito y el trastorno hace que lo pasen mal frente a los libros. Por eso, propongo 4 efectivas técnicas de estudio, algunas claves a la hora de ayudar a los niños a estudiar, que ayudará a todos los pequeños que sufren este trastorno.
& 34;Mamá, ¿a qué hora comemos? ¿cuánto queda para llegar al pueblo?& 34;. Son tantos los momentos diarios relacionados con las horas del reloj a los que se enfrentan los padres que, desde nuestro sitio, hemos querido dar respuesta a una necesidad muy común de los progenitores: cómo conseguir que los niños aprendan las horas del reloj, y es que es habitual escuchar en la etapa escolar que los padres se formulen esta consulta e incluso que nos pidan ideas o recursos para poder ayudarles.
Las letras G y J, séptima y décima consonante del abecedario, a priori no resultan difíciles de aprender para los niños, sobre todo si van precedidas por las vocales A, O y U. El problema viene cuando le pedimos al niño que escriba una palabra que lleve la G y la J y después E o I, ahí surgen las dudas, ¡o no tanto!
En alguna ocasión, he tenido que preguntar a mi hijo: ¿para qué tienes la cabeza? Una decisión tomada a la ligera, una solución impulsiva a un problema que ha traído malas consecuencias o hacer algo sin haberlo pensado demasiado son las razones fundamentales por las que les he llamado la atención. Aprender a usar la cabeza o a pensar antes de hacer las cosas es posible sin tropezar dos veces en la misma piedra.
Una de las primeras tareas de aprendizaje que los más pequeños tienen que adquirir e integrar en su etapa escolar con respecto a los números son las tablas de multiplicar, siendo muy importante y necesario como base para el posterior inicio de las operaciones de cálculo y problemas de matemáticas. Llegado ese momento, es habitual y comprensible que muchos padres se pregunten ¿Cómo se pueden aprender las tablas de multiplicar de una forma de divertida?
Cuando en el argot de las familias hablamos de crianza, nos estamos refiriendo al acto de cuidar, alimentar y educar a nuestros hijos e hijas. Estas tres acciones implican una gran responsabilidad de cara a nuestros pequeños y se hace necesario tener conciencia de ello y saber cómo quiero cuidar a mi pequeño, cómo quiero alimentarlo y cómo quiero educarlo.
El 11 de febrero es el Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia, fecha que fue instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 con el objetivo de generar conciencia y dar visibilidad a las mujeres que forman parte de este ámbito así como de de acercar a las niñas a la ciencia, a las matemáticas y a la tecnología, disciplinas que ocupan una buena parte de los trabajos de hoy en día y que siguen estando orientadas a los varones.
¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza si te digo EPL2R? Probablemente pensarías que se trata de una adivinanza o un jeroglífico, ¡pero nada de eso! Es una famosa técnica de aprendizaje de la que hoy te quiero hablar. Quizás la conozcas más como método Robinson, para que los niños aprendan a estudiar solos en casa.
Una de las primeras tareas de aprendizaje que los más pequeños tienen que adquirir e integrar en su etapa escolar es el abecedario, siendo muy importante y necesario como base para el posterior inicio de la lectura y la escritura. Y llegado ese momento, es habitual y comprensible que muchos padres se pregunten: & 34;¿Cómo puedo, desde casa y de forma lúdica, enseñar a los niños el abecedario?
Todas las noches la misma rutina: cena, dientes, pis, agua y... ¡el mismo cuento durante ya ni me acuerdo las semanas! ¿Te pasa a ti también? Hoy te quiero contestar a esa pregunta que nos hacemos los padres casi a diario: ¿Por qué los niños piden leer el mismo cuento cada noche? Leer cuentos es una actividad que aporta un montón de beneficios para el desarrollo del niño y para el fortalecimiento del vínculo familiar entre padres e hijos: ayuda al desarrollo de su lenguaje, es un medio de transmisión de valores, incentiva el desarrollo de la atención y la memoria, puede convertirse en una divertida manera de gestionar emociones.
¡Qué fácil sería abrir un libro y con el simplemente hecho de mirarlo ser capaz de recordarlo y memorizarlo todo! Quizás alguna mente privilegiada pueda hacerlo, pero para aquellos que como yo no tienen esa suerte, ¡existe el Palacio de la Memoria, una técnica que puede ayudar a los niños a aprender de manera fácil y sencilla!
Los problemas de matemáticas pueden traer de cabeza a muchos niños, y es que cuando se pasa la barrera de sumar y restar y se comienzan con las multiplicaciones y divisiones o las fracciones todo se complica. Y si no que se lo digan a un niño americano que, ante la duda de una ecuación, no se le ocurrió otra cosa que llamar al número de emergencia de su país ¿Quieres saber cuál respuesta de la persona que le cogió el teléfono para ayudar a este niño con los deberes?
¿Cuándo empieza un niño a hablar? Aunque no se puede establecer un momento concreto, porque cada niño tiene su desarrollo, se puede fijar alrededor a los 2 años el momento en el que el pequeño empieza a expresarse verbalmente hasta que a los 5 años comienza a poder contar historias.En todo este proceso, los padres podemos ayudar a estimular el lenguaje en niños a través de juegos y actividades.